Dragón Dorado

Los dragones dorados son enemigos devotos del mal y el juego sucio. A menudo se embarcan en búsquedas autoinducidas para promover el bien. El dragón no descansara hasta que el malhechor haya sido derrotado y exterminado o llevado ante la justicia.
Un dragón dorado normalmente asume una forma humana o animal, incluso dentro de su propia guarida.
Pueden vivir en cualquier lugar, pero prefieren las guaridas aisladas. Sus lugares favoritos incluyen los lechos de los lagos, las mesetas altas, las islas y los barrancos profundos. La guarida de un dragón dorado esta siempre hecha siempre de piedra, con numerosas cámaras, todas maravillosamente decoradas. Habitualmente, la guarida tiene también guardias leales: animales adecuados al terreno, gigantes de las tormentas o gigantes de las nubes de alineamiento bueno.

Un dragón dorado en su forma autentica pude ser fácilmente reconocido por los grandes cuernos gemelos, suaves y brillantes, por las crestas gemelas del cuello y por los bigotes alrededor de su boca. Las crías de dragón dorado carecen de bigotes, pero los desarrollan rápidamente cuando maduran. Los dragones más jóvenes tienen ocho bigotes, cuatro en la mandíbula superior y cuatro en la inferior. Los más viejos poseen más. Tienen la cara corta, con púas por encima de los orificios nasales. Sus ojos son sesgados y muy estrechos. Conforme el dragón va envejeciendo, sus pupilas desaparecen hasta que los ojos parecen dos estanques de oro fundido. Posee una lengua larga y puntiaguda, unos tentáculos curvados hacia atrás en las mandíbulas inferiores que se convierten en crestas con la edad, y unos cuernos en la mandíbula que sobresalen por los lados.
De recién nacido, las escamas de un dragón dorado son de color amarillo oscuro salpicadas de un amarillo metálico. Las salpicaduras se hacen mas grandes conforme va madurando el dragón, hasta que al llegar a la edad adulta las escamas se vuelven completamente doradas. Un dragón dorado hule a azafrán y a incienso.
Posee una cola extremadamente larga y unas alas anchas, similares a las de una raya marina, que se prolongan por todo el cuerpo hasta la punta de la cola. Cuando está en reposo, el dragón cierra sus alas sobre su espalda como una enorme polilla dorada. Pliega sus alas hacia atrás cuando camina o corre. Vuela con un movimiento ondulado característico, casi como si estuviese nadando por el aire.

Un dragón dorado pasa la mayor parte del tiempo bajo la forma que asume, normalmente con un humano corriente o un animal inofensivo habitual de la zona en la que reside el dragón. Para formas animales, suelen elegir animales domésticos, como perros, gatos o caballos, o especies que se muevan rápido pero que no sean amenazantes, como las águilas. Cuando viaja por zonas especialmente peligrosas asume una forma inofensiva. Este acercamiento ayuda a facilitar que se le unan compañeros de viaje, y también que haga de cebo para cualquier criatura maligna que aceche por los alrededores.
Los dragones dorados siempre buscan noticias del ancho mundo y rumores locales acerca de los últimos sucesos. Cualquier dragón dorado es buen oyente e incluso los habladores más interminables no pueden igualar su paciencia.

Normalmente evita mantener argumentos filosóficos o éticos con seres inferiores, aunque a menudo no puede resistir superar un argumento que promueva el caos con un aforismo o una fabula que promueve la ley. Cuando se encuentra con un ser que promueve el mal, un dragón dorado suele mantener el silencio, pero tona nota del orador para una futura atención.
Poseen una jerarquía mundial con un único líder en lo más alto. Este líder es elegido por toda la especie entre las filas de las grandes sierpes doradas y sirve de por vida o hasta que decida renunciar. Muchos sirven hasta el comienzo de su crepúsculo, otros sirven en el cargo hasta que creen que un sucesor puede hacerlo mejor. El líder siempre es nombrado con el titulo honorífico de “Su Resplandencia”. Cuando hay una vacante, cada dragón dorado del mundo participa en la selección del sustituto, que casi siempre es elegido por aclamación. Ocasionalmente, dos candidatos de meritos iguales están disponibles cuando el gobernante previo ha muerto o se ha retirado. En estos casos, los dos encuentran algún método de compartir el cargo.

Los dragones dorados prefieren los tesoros que muestren la mano del artesano. Les gusta especialmente las pinturas, la caligrafía, las esculturas y las porcelanas delicadas. Les encanan las perlas y las gemas pequeñas, las cuales son también su comida favorita. Acercarse a un dragón dorado con obsequios de perlas y gemas es una buena manera de obtener su favor, siempre que los regalos no sean ofrecidos como soborno.
Los dragones suelen parlamentar antes de luchar. Prefieren retrasar el combate hasta que puedan lanzar conjuros preliminares.